El último día del curso, la Seño Juani me escribió una dedicatoria en un folio en blanco que recordaría para siempre. En ese momento ni siquiera entendí bien qué significaba. La terminó con las siguientes palabras:
"Para la justicia personificada"
Durante años podría haber pensado que la Seño Juani me estaba augurando un futuro de abogada, o quizás de jueza, quién sabe. Al parecer mi vena de "salvadora de los desarrapados", de defensora de las causas justas, estaba emergiendo por aquel entonces y no sabía muy bien cómo canalizarla.
Recuerdo con claridad mi juego preferido en aquellos años. Alineaba todas las muñecas y peluches alrededor de mí y comenzaba a contarles una retahíla de interesantes descubrimientos que había hecho esa misma mañana en el colegio. Le dedicaba mucho tiempo a la educación de esos seres.
Cuando terminé bachillerato decidí dejar de lado lo que me gritaban mis instintos, para dedicarme a otros menesteres. Y así pasaron demasiados años.
Un día durante aquellos años, leí las siguientes palabras en un libro maravilloso escrito por alguien irrepetible:
"A los desarrapados del mundo y a quienes,
descubriéndose en ellos,
con ellos sufren y con ellos luchan".
Me vino a la mente la dedicatoria de la Seño Juani y, por fin, entendí cómo iba a materializarse aquella premonición. Paulo Freire me estaba diciendo en su libro "Pedagogía del oprimido", que un mundo mejor se construía por la base de una educación que nos hiciera libres, especialmente a aquellos que sufren de las desigualdades de esta sociedad.
Seguí en mis menesteres durante unos años más, hasta que, por fin, decidí dejarlo todo y reencontrarme con mi "yo" de la primaria, el que sabía de verdad que el único tiempo que no perdería sería el que dedicaba a educar a otros seres (ya fuesen peluches o humanos).
Sigo sin soportar las injusticias, y la única forma que sé de luchar contra ellas es a través de un acompañamiento de la infancia respetuoso, justo y que ayude al desarrollo de niños felices y sanos.
Aquí y ahora empieza mi camino hacia la materialización de un deseo, ¿Me acompañas?